martes, 10 de julio de 2012

Faltos de pinceladas de profesionalidad, por Vicente Castillo


“Estoy observando en algunos Baristas la gran soberbia reinante en su foro interno, sobre todo, cuando tratan de inculcar sus sapiencias a otros compañeros en el arte de Latte Art”.
Llevamos ya varios años con el nuevo movimiento Barista. Es en el año 2006 cuando, a través del Forum Cultural del Café, se organiza cada año el Campeonato nacional de Baristas, en el que participan los ganadores de cada Comunidad Autónoma.
Este movimiento Barista esta promovido por: el Forum Cultural del Café, Tostadores de Café, y personas y empresas entusiastas de todo cuanto rodea a este mundo Cafetero y Cafetalero y cuyo único objetivo es; transmitir y divulgar la cultura Cafetera y Cafetalera a su mas alto nivel, con el fin de, erradicar esa tan escuchada frase de: “que difícil es tomarse uno un buen café”.
Me gustaría hacer algunas observaciones hacia este nuevo movimiento; El Barista.
Que nadie se lleve a engaño. En lo que yo conozco, en los años 50-60 y bastante antes, ya se servían cafés en los establecimientos de Hostelería, y se servían cócteles en los que uno de sus ingredientes era el Café. Osease, que nadie piense que lo de las bebidas de fantasía han nacido ahora. Es cierto que, en mi caso en concreto, y durante muchos, muchos años, hemos estado sirviendo aquellos productos que se nos ofrecían, y no había otros, y tampoco nos daban cursos sobre la materia prima o manejo de la maquinaria para poder ejecutar ese perfecto expreso o perfecto capuchino, y sin embargo, nos desvivíamos por dar a nuestros clientes lo mejor que sabíamos.
Hoy, y como ya he dicho muchas veces, las cosas han cambiado. Este nuevo movimiento Barista nos ha enseñado mucho, muchísimo, somos conocedores de materias primas; buenas, malas, o regulares. Tenemos un conocimiento de, tiempos temperaturas, cantidades, punto de molido, utilización perfecta de la maquinaría y lo que es más importante, hemos adquirido unas sapiencias de cultura cafetera y cafetalera hasta ahora bastante desconocida  para la mayoría de nosotros. Hemos aprendido a Latte Art. Pero ojo, no nos equivoquemos. Estoy observando en algunos Baristas la gran soberbia reinante en su foro interno, sobre todo, cuando tratan de inculcar sus sapiencias a otros compañeros en el arte de Latte Art. Yo, que me gusta observar todo aquello que puede aportarme alguna pincelada de sapiencia, observo, que, con bastante fluidez, algunos Baristas tienden a, implantar su sello personal en todo servicio de café y leche. Ese sello personal lo transmiten en el cortado, en el con leche y como no en el capuchino, y lo veo desde el punto de vista profesional perfecto. Ahora bien, que ocurre cuando alguno de nuestros clientes nos dice; que no le gusta el cortado con el toque de emulsión que le han puesto, o que el café con leche le pasa lo mismo o que el capuchino no se ajusta a sus componentes porque le han añadido otro ingrediente con el fin de servírselo más bonito. Si el Barista, Barman, Camarero se limitan a pedir perdón previa explicación de sus pretensiones, que no era otra que la de agradarle, perfecto. Lo que no debe de ser es, que la cara del camarero se distorsione o se haga alguna frase jocosa al respecto.
Otro de los temas con los que me encuentro con alguna frecuencia es, que cuando pido un capuchino y me lo sirven latteado, no encuentro la suficiente emulsión que todo buen capuchino debe de llevar, para unificar, juntamente a sus otros dos ingredientes, la placidez que transmite todo buen capuchino.
También se ve con alguna frecuencia la falta de profesionalidad a la hora de coger una botella, cogiéndola por la parte mas cercana a la palma de la mano y no por donde se debe de coger, que es, por la parte opuesta a la etiqueta, y también, las formas de coger tazas, vasos o copas, que se hace, tocando con la mano la parte donde el cliente se tiene que llevar a la boca.

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