domingo, 26 de septiembre de 2010

Los departamentos de RRHH deben trabajar la retención de talento

pesar de los temores a una segunda recaída económica que pueda dificultar el cambio de trabajo, el estudio de Aon recomienda a los empleadores empezar a revisar sus políticas y programas de retención de empleados para asegurarse la permanencia de su personal más valioso.

Según la investigación “European Employee Benefits Benchmark“, de Aon Consulting, los trabajadores ingleses e irlandeses son los trabajadores europeos que parecen estar más dispuestos a cambiar de trabajo, con un 49,4% y un 47,4% de trabajadores respectivamente que afirma tener planes de cambio laboral antes de que finalice el año. Les siguen a una distancia significativa los trabajadores noruegos, con un 36,4%.

Por el contrario, los trabajadores belgas y holandeses parecen ser los empleados europeos con mayor índice de satisfacción laboral, con un 17,5% y un 17,4% de trabajadores respectivamente que afirma que empezará la búsqueda de un nuevo empleo antes de que finalice el año.

En España el índice de empleados en activo que buscará un nuevo empleo antes de que finalice el año se sitúa en un 34,6%.

Trabajadores senior
La salida del personal con perfiles senior puede hundir con facilidad los planes de crecimiento de las compañías. De media, cerca de un 20% de los trabajadores europeos de entre 55 y 64 años tiene planificado iniciar la búsqueda de un nuevo empleo antes de que finalice el año, llevándose con ellos su experiencia y su valioso conocimiento del sector, aunque lo habitual en este colectivo es que permanezcan en sus actuales empresas hasta la jubilación.

De media, un 44% de los empleados comprendidos entre los 18 y los 34 años se ve tentado a iniciar la búsqueda de un nuevo empleo, un porcentaje lógicamente mucho mayor que el de los trabajadores de mayor edad y, sin duda, un dato lo suficientemente elevado como para preocupar a las empresas que han planificado la salida de la recesión utilizando a su personal con mayor potencial.

Según Jorge García-Perrote, director en Aon Consulting, “como resultado de la recesión, muchas empresas han introducido planes de austeridad con el objetivo de reducir costes y mantener la rentabilidad. Habitualmente estos planes incluyen congelación de salarios y hasta recortes y reducciones significativas en el valor de los beneficios sociales asociados. Estas políticas han sido aplicadas en la mayoría de los casos de forma uniforme, sin apenas distinguir entre empleados de alto o bajo rendimiento”.

Es por eso que “no resulta sorprendente que los empleados de alto rendimiento comiencen a sentirse atrapados, y que con visos de recuperación económica muchos se estén preguntando si hay mejores oportunidades en otra parte. El resultado es un aumento significativo en el número de personas que pretende buscar un trabajo en una nueva empresa”, añade.

Vía: Equipos y Talento


FUENTE:

http://creziendo.com/

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