domingo, 12 de septiembre de 2010

Estoy sin trabajo… ¿y ahora qué?

Ponerse en lo peor no siempre significa ser un pesimista extremo. No es así, si se entiende como la forma de conocer cómo reaccionar ante cualquier situación. A estar preparados para los imprevistos o problemas profesionales, recuperarse y seguir adelante con eficacia.

El miedo, el desconocimiento de los trámites administrativos o de las oportunidades, pueden bloquearte ante esta nueva situación. Ante cualquier cambio brusco, nos preguntamos “¿y ahora, qué?”. Pero si de antemano ya sabes cómo enfrentarte, jugarás con ventaja:

  1. Que no cunda el pánico. Si te has quedado sin trabajo porque tu empresa ha hecho reducción de plantilla, no es tu culpa, ni eres el único. Mantente positivo, no he ahogues en tu pena. Es el momento para renovarse y repensarse a uno mismo: piensa qué quieres hacer con tu vida y ve a por ello.
  2. Conoce tus derechos. Tu empresa debe entregarte un documento por escrito en el que se explique por qué te despiden, y donde se demuestre que la decisión se ha tomado por razones objetivas, y no por tu edad o sexo, por ejemplo; así como la documentación necesaria para que tramites la prestación de desempleo. Y el finiquito correspondiente. Infórmate para saber si cumples los requisitos para recibir la prestación por desempleo, así como el importe que te corresponde y durante cuánto tiempo.
  3. Maneja tus ahorros con cabeza. Por ejemplo, vigila los pagos con tarjeta de crédito, piensa bien cómo administrarás los gastos habituales del hogar, etc. Hasta que consigas un nuevo trabajo, debes ser prudente. Por ejemplo, empieza a prescindir de los pequeños lujos: es el momento de cortar gastos, y, aunque te duela, quizá es mejor desapuntarse del gimnasio, o de la subscripción a la televisión de pago. Así tendrás más dinero para afrontar el día a día.
  4. Sé honesto con los demás. Puede que te encuentres en una situación en la que hacer frente a tus pagos sea difícil. No te escondas, diles que has perdido tu trabajo e intenta hablar con tu banco sobre opciones para aplazar los pagos o fraccionarlos de otra forma. Para ellos será mejor que pagues, que que no lo hagas.
  5. “Redecora” tu currículum. Piensa en todo lo que has conseguido hasta ahora a nivel profesional, y haz que se vea en tu currículum.
  6. Amplía, perfecciona o recicla tus conocimientos, capacidades y habilidades. Hay muchas cosas que puedes hacer para encontrar un nuevo trabajo. Invertir tu tiempo libre en formación es una de las mejores alternativas mientras buscas ese empleo. Pero preocúpate por estudiar aquello que vaya a servirte para tus objetivos, para lo que tú quieres.
  7. Piensa en tu nueva situación como si fuera una oportunidad. Es difícil, pero entender el despido como una oportunidad, y no como un fallo, es lo mejor. Quizá no te gustaba tu trabajo, y por falta de confianza nunca te cambiaste. Ahora que la decisión la han tomado otros, te puedes centrar en conseguir lo que quieras.

Quizá es el momento de poner en marcha tu propio negocio, de irte a trabajar a otra ciudad o país, de recuperar esos estudios que siempre te interesaron, o de lanzarte de cabeza a ese trabajo que siempre soñaste. El mejor consejo de todos es precisamente el último: ponte en marcha y aprovecha la oportunidad.

Vía: QueCursar.com


FUENTE:

http://creziendo.com/

No hay comentarios:

Publicar un comentario