viernes, 11 de septiembre de 2009

Los sindicatos advierten que habrá confrontación si el inversor mantiene su plan industrial

Si el presidente del comité europeo de GM, el alemán Klaus Franz, recibía con demostrada alegría la decisión del gigante automovilístico de vender parte de su filial europea a Magna, los rostros de los representantes sindicales aragoneses no ocultaban ayer la preocupación que esta misma noticia ha despertado en la comunidad. Muy serios y contundentes, el secretario de la sección sindical de UGT en la planta de Figueruelas y miembro del comité de empresa europeo, Pedro Bona, y el secretario general del Metal, Construcción y Afines de UGT-Aragón, Luis Tejedor, explicaron que están a la espera de conocer las condiciones del acuerdo. Pero lanzaron ya algunas advertencias. Bona confió en que Magna haya cambiado el plan industrial presentado el 28 de julio -que suponía reducir la producción y el empleo-. “Si es así, lo analizaremos y lo negociaremos”. En caso contrario, matizó el representante de UGT, “nos posicionaremos rotundamente en contra y además el problema lo va a tener también GM, porque no participaremos ni negociaremos ningún plan de ahorro”.

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