Sociedad
Cataluña y Aragón se declaran la «guerra de las recetas»
Asociaciones aragonesas pedirán, si no se resuelve el conflicto, que no se prescriban fármacos a los catalanes
El conflicto entre Aragón y Cataluña por las recetas a desplazados se encona. La polémica se desató en el verano de 2010 cuando numerosos ciudadanos aragoneses que disfrutaban de sus vacaciones en la costa de Tarragona denunciaron que los médicos de la zona se negaban, por primera vez, a expenderles «las recetas de siempre», tal como avanzó ABC en su edición del 12 de octubre del pasado año.
Algunos de ellos llevaban hasta más de dos décadas veraneando en la costa catalana y obteniendo la prescripción de su medicación sin problemas. Desde que Cataluña impuso el veto, la tensión entre las dos comunidades ha ido en aumento hasta el punto de que algunas asociaciones de usuarios aragonesas como Infomacu se plantean, si no obtienen una solución urgente al problema, pedir al gobierno de su territorio que pague a los catalanes con la misma moneda y deje de prescribir recetas a los pacientes crónicos de esta comunidad que veranean en Aragón.
Por ahora es sólo una idea pero muy bien tendrían que ir las cosas para que los representates de los agraviados no la usen.
El pasado invierno y, ante la inacción de las autoridades competentes, la asociación de defensa de los derechos de los consumidores (Infomacu), apoyada por el PP, decidió denunciar el caso ante las autoridades europeas. También enviaron una carta a la ministra de Sanidad, Leire Pajín, y a la Defensora del Pueblo en funciones, María Luisa Cava de Llano, denunciando la situación.
Por el momento, no han obtenido respuesta de ninguna de las instituciones. El presidente de Infomacu, Joaquín Soguero, aseguró en declaraciones a este diario que si este septiembre, cuando tienen prevista una reunión con el nuevo consejero de Salud de Aragón, Ricardo Oliván (PP), no «se toman medidas ante esta injusticia», pedirán que se confiera el mismo trato en Aragón a los catalanes. «No es una venganza, es simplemente pagarles con la misma moneda», dijo el responsable de Infomacu. Denunció, asimismo, que «Cataluña es la única comunidad con la que existe este conflicto».
«Sólo lo niega Cataluña»
Según Soguero, «sólo el año pasado se registraron dos quejas en Peñíscola (Valencia), aunque fueron por la actitud de un mismo médico y las autoridades sanitarias competentes le dieron un toque de atención y se resolvió el problema». Por su parte, fuentes de la consejería de Salud de la Generalitat consultadas ayer por ABC afirmaron que en la zona del Camp de Tarragona, en la que está focalizado el problema, la consigna sigue siendo la misma que se consensuó a comienzos de verano del año pasado: no dispensar recetas a los crónicos a no ser que estén empadronados.
Matizaron, no obstante, que «si es un caso urgente se prescribe la medicación excepcionalmente». Las autoridades catalanas desmienten que se trate de una medida de ahorro y aseguran que «es una forma de garantizar la salud a los desplazados». Sin embargo, tras las razones médicas podrían haber también económicas. Cada comunidad se hace cargo del coste de las recetas expendidas y canjeadas en ellas, lo que hace que el gasto aumente en aquellas zonas en las que hay un gran número de turistas.
Un 22% menos
El bloqueo de prescripciones en la costa de Tarragona a turistas de otras comunidades, mayoritariamente de Aragón, ha obtenido ya los primeros resultados. Gracias a las restricciones, en la zona han expendido este año un 22% menos de recetas, lo que representa un importante ahorro en farmacia, que redunda en beneficio del duro ajuste que debe realizar la consejería. Únicamente el centro de Salud de Salou (Tarragona) atiende en verano a 50.000 desplazados, casi 13.000 de ellos aragoneses.
La recomendación de la Generalitat es que antes de desplazarse de vacaciones a Cataluña, los pacientes acudan a su médico para que les proporcione las recetas para todo el verano. Según el presidente de Infomacu, este verano las quejas de los ciudadanos aragoneses que veranean en Tarragona han aumentado con respecto a 2010.
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