Calcula que lleva 369 fiestas montadas. Es un reconocido maquillador y ha dado cursos en roda España. Sus caracterizaciones hacen irreconocible a una persona. Prepara nuevos eventos alrededor de la moda.
JOAQUÍN CARBONELL 05/11/2013
Paco es un reconocido maquillador.Foto: CHUS MARCHADOR
Paco y una de sus clientas.Foto: S. E
--Creo que su fiesta preferida es el Halloween.
--Es la más fácil. La más divertida. Este es mi 30 Halloween y llevo 369 fiestas montadas...
--Ay, los buenos tiempos en que Zaragoza acogía cuatro fiestas cada noche...
--Es así. Entonces los locales trabajaban mucho y existía auténtica competencia para ver qué local ponía mejor música, cuál tenía chicas más guapas, dónde se realizaban las fiestas más locas...
--Para alguien como usted este tiempo tiene que ser deprimente.
--A mí solo me deprimen las facturas. Este año el Halloween lo he visto tremendo; a nivel infantil ha sido genial y a nivel adulto he visto grandes maquillajes.
--¿Usted se especializó en maquillaje transformador?
--Caracterización y efectos especiales. Realmente yo soy bueno en belleza, pero esto es más espectacular.
--¿Es cierto que las grandes estrellas son las que proponen las líneas de belleza?
--No, ni hablar, son las marcas las que deciden.
--¿Qué tiene Penélope Cruz?
--Que es más lista que las demás. Es tan fácil tirar piedras a la gente que está arriba... Yo soy muy partidario de esa respuesta: si es tan fácil, hazlo tú.
--¿Y qué le parece la novia de Iker Casillas, Sara Carbonero?
--Es una gran curranta, guapetona, más inteligente de lo que la gente se piensa, y si encima es más famosa que su novio...
--¿Usted se arrepiente de no haber cogido el Talgo hace veinte años?
--(risas) Sí, ya te digo. A Madrid... Y de ahí a Los Ángeles. Más vale ser un buen maquillador que un mal actor. A raíz del rodaje de La lengua asesina, donde participé como maquillador de Robert Englund, que hace de Freddy Krueger, tuve la oportunidad de salir de aquí...
--¿Pero?
--Teníamos la campaña de Navidad de maquillaje y ni siquiera pude ir al estreno a Sitges. Tenía mucho trabajo y no estaba para despistarme...
--Su madre ya era maquilladora.
--Sí, María Jose Castillo Bernal. Lo que sé lo aprendí de ella; y la fortuna que ha invertido en mí. He trabajado con grandes maestros, entre ellos Alain Moizè, con el que hice más de treinta cursos.
--¿Por qué no probó más con el cine?
--He trabajado para productoras importantes de televisión. Pero tuve una lesión en la muñeca y eso me paralizó. Y si te paras es difícil volver a caminar. Por eso me metí más en el mundo de la moda.
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