Los populares ganarían dos escaños, pero no sumarían mayoría con el PAR, que perdería dos y bajaría a siete diputados IU aumentaría de 1 a 4 parlamentarios y CHA crecería de cuatro a cinco escaños.
La recuperación en la provincia de Huesca le supondría al PSOE alcanzar un empate técnico con el PP en el conjunto de la comunidad autónoma y reducir a unas tres décimas los 3,6 puntos de diferencia que tenían a finales de enero. Aún así , el PSOE perdería cuatro escaños y el PAR dos, mientras que el PP ganaría dos. CHA subiría de cuatro a cinco diputados e IU crecería de uno a cuatro parlamentarios, según los datos de la encuesta de intención de voto elaborada por la empresa A+M para HERALDO DE ARAGÓN.
Si las elecciones se celebrasen ahora, los 67 escaños de las Cortes de Aragón quedarían repartidos de la siguiente forma: 26 para el PSOE (ahora tiene 30), 25 para el PP (23), 7 el PAR (9), 5 CHA (4) y 4 para IU (1).
En comparación con los sondeos publicados a principios de febrero por este periódico, los socialistas recuperarían un escaño, los populares bajarían dos, los aragonesistas y la coalición izquierdista se quedarían como estaban y los nacionalistas tendrían dos diputados más.
Este cambio en el reparto, que no es definitivo, se debería a varios factores: la incorporación del líder socialista Marcelino Iglesias en la candidatura oscense; el anuncio de José Luis Rodríguez Zapatero de que no se presentará a la reelección en 2012; la movilización de parte de los indecisos (en su mayoría votantes socialistas); los independientes que arrastran voto de centro derecha (UPyD, Compromiso con Aragón o la FIA, entre otros,) en detrimento de PP y PAR; la incidencia de Los Verdes u opciones soberanistas como el BIC afecta menos al voto de PSOE, CHA e IU; el reparto de los restos según la Ley D'Hont (es la variable que más influye en la distribución de escaños); y que el PP ya ha alcanzado prácticamente su techo de intención de voto, por lo que para aumentar más queda a expensas de los restos y de la participación.
En este sentido, los niveles de abstención estarían en el 31,39%, una cifra muy cercana a la que viene siendo habitual en todas las consultas electorales. Es cierto, no obstante, que los indecisos siguen siendo un porcentaje relativamente alto, el 16,9%.
Con estos datos y con las tendencias que recoge la encuesta de intención de voto, y teniendo en cuenta que hay un escaño por provincia que bailaría en función de los restos, la primera consecuencia sería que el PP no podría sumar con el PAR una mayoría suficiente para lograr que su candidata, Luisa Fernanda Rudi, alcanzara la presidencia de la Comunidad Autónoma. Eso dejaría abiertas varias posibilidades, tanto a dos como a tres bandas, para que la socialista Eva Almunia pudiera sustituir a Marcelino Iglesias al frente del Gobierno de Aragón.
Con estas premisas, las opciones para lograr la presidencia de la DGA y formar el nuevo Ejecutivo con mayoría absoluta pasarían por acuerdos a tres bandas, que pivotarían siempre teniendo como eje al PSOE.
En primer lugar, y en el supuesto de que José Ángel Biel hiciera que el PAR cumpliera el anuncio y las condiciones que aprobó en su congreso extraordinario del 11, 12 y 13 de marzo, la única fórmula para gobernar con mayoría absoluta sería, según los datos de la encuesta de intención de voto, un tripartito entre PSOE, CHA e IU. Sumarían 35 escaños, uno más de los necesarios para la citada mayoría.
Es evidente que Chunta e IU estarían dispuestos a negociar un pacto de estas características, tanto en los aspectos programáticos como en el reparto de la DGA.
Incluso podría darse el caso de que ambos apoyaran la investidura de la socialista Eva Almunia con un acuerdo de legislatura que implicaría que el PSOE gobernara en solitario, o sin haber cerrado un pacto previo -a la espera de seguir negociando- para evitar que gobernara la popular Luisa Fernanda Rudi. Es más, los dos partidos podrían dar su voto para que los socialistas gobernaran en minoría hasta sin un pacto.
El problema para CHA e IU, como ya sucedió en las pasadas legislatura es que el PSOE tuviera el apoyo del PAR, en uno u otro sentido. En ese caso y aunque esa combinación se quedara en 33 escaños, a uno de la mayoría absoluta, tendrían el dilema de abstenerse para dejar que saliera en tercera votación por mayoría simple (PSOE y PAR gobernaron así entre 1999 y 2003). O bien tendrían que votar en contra con el PP provocando una delicada inestabilidad institucional.
Otra posibilidad, en base a los datos del sondeo y si el PAR rompiera su compromiso del congreso, sería un acuerdo entre PSOE, PAR e IU, aunque fuera de legislatura. Esta posibilidad sería más factible que PSOE, PAR y CHA. No obstante, tanto CHA como IU no parecen dispuestos a negociar con los aragonesistas.
ENLACE:
http://www.heraldo.es/noticias/aragon/pp_psoe_empatarian_pero_almunia_podria_gobernar_con_tripartito.html
La recuperación en la provincia de Huesca le supondría al PSOE alcanzar un empate técnico con el PP en el conjunto de la comunidad autónoma y reducir a unas tres décimas los 3,6 puntos de diferencia que tenían a finales de enero. Aún así , el PSOE perdería cuatro escaños y el PAR dos, mientras que el PP ganaría dos. CHA subiría de cuatro a cinco diputados e IU crecería de uno a cuatro parlamentarios, según los datos de la encuesta de intención de voto elaborada por la empresa A+M para HERALDO DE ARAGÓN.
Si las elecciones se celebrasen ahora, los 67 escaños de las Cortes de Aragón quedarían repartidos de la siguiente forma: 26 para el PSOE (ahora tiene 30), 25 para el PP (23), 7 el PAR (9), 5 CHA (4) y 4 para IU (1).
En comparación con los sondeos publicados a principios de febrero por este periódico, los socialistas recuperarían un escaño, los populares bajarían dos, los aragonesistas y la coalición izquierdista se quedarían como estaban y los nacionalistas tendrían dos diputados más.
Este cambio en el reparto, que no es definitivo, se debería a varios factores: la incorporación del líder socialista Marcelino Iglesias en la candidatura oscense; el anuncio de José Luis Rodríguez Zapatero de que no se presentará a la reelección en 2012; la movilización de parte de los indecisos (en su mayoría votantes socialistas); los independientes que arrastran voto de centro derecha (UPyD, Compromiso con Aragón o la FIA, entre otros,) en detrimento de PP y PAR; la incidencia de Los Verdes u opciones soberanistas como el BIC afecta menos al voto de PSOE, CHA e IU; el reparto de los restos según la Ley D'Hont (es la variable que más influye en la distribución de escaños); y que el PP ya ha alcanzado prácticamente su techo de intención de voto, por lo que para aumentar más queda a expensas de los restos y de la participación.
En este sentido, los niveles de abstención estarían en el 31,39%, una cifra muy cercana a la que viene siendo habitual en todas las consultas electorales. Es cierto, no obstante, que los indecisos siguen siendo un porcentaje relativamente alto, el 16,9%.
Con estos datos y con las tendencias que recoge la encuesta de intención de voto, y teniendo en cuenta que hay un escaño por provincia que bailaría en función de los restos, la primera consecuencia sería que el PP no podría sumar con el PAR una mayoría suficiente para lograr que su candidata, Luisa Fernanda Rudi, alcanzara la presidencia de la Comunidad Autónoma. Eso dejaría abiertas varias posibilidades, tanto a dos como a tres bandas, para que la socialista Eva Almunia pudiera sustituir a Marcelino Iglesias al frente del Gobierno de Aragón.
Con estas premisas, las opciones para lograr la presidencia de la DGA y formar el nuevo Ejecutivo con mayoría absoluta pasarían por acuerdos a tres bandas, que pivotarían siempre teniendo como eje al PSOE.
En primer lugar, y en el supuesto de que José Ángel Biel hiciera que el PAR cumpliera el anuncio y las condiciones que aprobó en su congreso extraordinario del 11, 12 y 13 de marzo, la única fórmula para gobernar con mayoría absoluta sería, según los datos de la encuesta de intención de voto, un tripartito entre PSOE, CHA e IU. Sumarían 35 escaños, uno más de los necesarios para la citada mayoría.
Es evidente que Chunta e IU estarían dispuestos a negociar un pacto de estas características, tanto en los aspectos programáticos como en el reparto de la DGA.
Incluso podría darse el caso de que ambos apoyaran la investidura de la socialista Eva Almunia con un acuerdo de legislatura que implicaría que el PSOE gobernara en solitario, o sin haber cerrado un pacto previo -a la espera de seguir negociando- para evitar que gobernara la popular Luisa Fernanda Rudi. Es más, los dos partidos podrían dar su voto para que los socialistas gobernaran en minoría hasta sin un pacto.
El problema para CHA e IU, como ya sucedió en las pasadas legislatura es que el PSOE tuviera el apoyo del PAR, en uno u otro sentido. En ese caso y aunque esa combinación se quedara en 33 escaños, a uno de la mayoría absoluta, tendrían el dilema de abstenerse para dejar que saliera en tercera votación por mayoría simple (PSOE y PAR gobernaron así entre 1999 y 2003). O bien tendrían que votar en contra con el PP provocando una delicada inestabilidad institucional.
Otra posibilidad, en base a los datos del sondeo y si el PAR rompiera su compromiso del congreso, sería un acuerdo entre PSOE, PAR e IU, aunque fuera de legislatura. Esta posibilidad sería más factible que PSOE, PAR y CHA. No obstante, tanto CHA como IU no parecen dispuestos a negociar con los aragonesistas.
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